TOMANDO DECISIONES CONSCIENTES

¿Hasta qué punto somos conscientes de las decisiones que tomamos?
Nuestro inconsciente por lo general está al mando en esa área. En nuestra estructura mental estamos compuestos por programas o patrones que, en forma de creencias, determinan de forma inconsciente nuestras decisiones y, como resultado, seguimos repitiendo los mismos conflictos una y otra vez.

Te preguntarás qué es lo que llamo un patrón o programa? Supongamos que nuestro cerebro es como una computadora u ordenador, donde para poder realizar determinadas tareas necesita de programas. Una vez se instale el programa necesario, la computadora podrá realizar esas tareas específicas que, en ausencia de éste, le sería imposible. En este caso, el programa sería positivo.

Pero, qué pasa cuando por error descargas un programa en la computadora que termina siendo un virus? Las consecuencias son negativas y, en vez de ayudarme en mis objetivos, hace todo lo contrario.

En nuestra mente inconsciente, por lo general heredamos cantidad de programas de nuestro clan o familia, de la sociedad, la cultura o religión. Algunos son buenos y nos ayudan a ser mejores personas, y otros, todo lo contrario, limitan nuestro potencial y no nos dejan crecer ni prosperar en nuestra vida.

Una vida mejor
El primer paso es tener la intención de mejorar para vivir una vida más próspera y feliz conmigo mismo. A través de una profunda y quizá dolorosa reflexión, debemos encontrar ese programa que tanto nos perjudica en nuestra vida y luego crear una estrategia para, una vez ser conscientes de que el programa está reaccionando, poder cambiar el pensamiento (creencia) que finalmente me llevará a crear un comportamiento diferente. De esta manera, poco a poco, ese comportamiento, por medio de la repetición, creará una nueva vía neuronal que suplantará la anterior y obtendremos la solución a ese conflicto. Quizá no cambie nada fuera, pero les aseguro que dentro de uno mismo, esas situaciones que afectaban tanto ya no lo hacen.

En esos momentos es cuando te das cuenta de que todo depende de ti.

Para ser más específicos, sabiendo que más del 95% de nuestros pensamientos son inconscientes, podemos afirmar que la mayoría de nuestras decisiones también lo son.

Nuestro desafío es trabajar la atención plena estando presentes en el ahora y poder reconocer esas intenciones de comportamiento negativo que se originan de forma automática (la mente inconsciente está al mando).

Como no seamos capaces de observarnos en ese momento y poder reconocer que el programa negativo está latente con ganas de expresarse, seguiremos repitiendo las decisiones nefastas que nos dan como resultado esa vida que dista mucho de la deseada.

Parafraseando al gran Carl Gustav Jung: “Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, este va a dirigir tu vida y tú lo llamarás destino”.