¿SOMOS CONSCIENTES DE NUESTROS MIEDOS?

Los miedos no son otra cosa que un estado mental y éste, está sujeto a control y dirección. Los seres humanos no podemos crear nada que no nos imaginemos primero en forma de un impulso de pensamiento. Y la naturaleza nos ha regalado el control absoluto de nuestros pensamientos. Esto nos lleva a darnos cuenta de que el miedo puede ser dominado.

Todos los miedos irracionales son mantenidos y reforzados gracias a que los evitamos, dando lugar a la creación de sutiles hábitos mentales y de comportamiento que nos conectan a nuestro cerebro señalándonos que tenemos miedo.

Mientras que nos sentimos aliviados a corto plazo evitando cosa que nos dan miedo, a largo plazo estamos enseñando a nuestro cerebro a tener miedo a algo que no es verdaderamente peligroso.

Cuando nos frenamos y retrocedemos ante el miedo a una situación o persona, tu miedo crecerá más y más hasta llegar a dominar tus pensamientos. Sin embargo, si lo encaramos, suponiendo que no esté en peligro nuestra integridad física, el miedo se desvanecerá. Tu habilidad para confrontarlo y actuar a pesar de éste será la llave para tu libertad mental

Comienza a buscar estrategias de evitación y examina para qué las haces, ¿de qué tienes miedo?, ¿realmente quieres sentirte así? ¿qué sería lo peor que podría pasar si lo haces y fracasas? ¿qué sería lo mejor que podría pasar si tienes éxito?

Escribe brevemente describiendo la situación incluyendo a qué le tienes miedo y la estrategia que usas para evitar o minimizar el miedo. No podrás superar un problema persistente hasta que seas realmente consciente de éste.

Se han hecho estudios que demuestran que el 60-70% de cosas que nos dan miedo nunca suceden, esto demuestra que la mayoría de nuestros temores no tienen fundamento.

Estos mismos estudios también han demostrado que del 30-40% de éstos miedos que podrían suceder, solo el 5% tienen fundamentos válidos y estarían justificados. Por lo tanto, el 95% restante estarían involucrados con cosas del pasado sobre las cuales ya no tenemos control o elementos sin importancia de los cuales no deberíamos preocuparnos.

Es importante saber que tener metas nos da energía y, enfocarnos en la meta nos mantiene positivos. Si bien la mente es complicada, no puede contener pensamientos negativos y positivos al mismo tiempo. Deberíamos enfocarnos en los temas donde tenemos control y aprender a ignorar donde no lo tenemos.

Para tener una vida plena es necesario descartar todas esas posibilidades remotas. Debemos aprender a no preocuparnos por cosas donde no tenemos control. Pasamos mucho tiempo de nuestra vida pensando cosas negativas que pueden pasarnos y nunca pasan. La gente con coraje no se preocupa de cosas que están fuera de su control, ellos se concentran en lo que tienen el control.

Es muy importante, antes de comenzar algún nuevo proyecto encarar tus miedos. Imagina las situaciones difíciles antes de que ocurran, haz una lista y seguramente al final veras que no es tan catastrófico como pensabas.

Todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas situaciones difíciles. Cuando debas tomar una decisión importante pregúntate: ¿Qué es lo peor que pudiera pasar? Seguramente te darás cuenta que ya has pasado momentos peores y has sobrevivido por lo que ya no será un problema.

Es necesario encarar al miedo y seguir hacia adelante. Una vez hayas visualizado el peor escenario posible, verás que tendrás la fuerza interior para lidiar con ello si finalmente se presenta. Lo mejor de todo, es que te has adelantado, ya has visto todas las posibilidades y esto te ayudará a crear un plan para evitar la mayor cantidad de imprevistos que puedan aparecer en el camino. El hecho de contemplar lo peor que podría pasar, te ayudará a evitarlo.

Al imaginar las alternativas visualiza el resultado de ceder ante tu miedo. Intenta sentir realmente el precio de estar limitado por tus miedos; ahora siente los beneficios de actuar valientemente por lo que ambicionas. Cuidadosamente, compara esas dos sensaciones e intenta ver la diferencia.

Todos tenemos miedos. Estos nos llevan a hacer ciertas cosas y a veces no nos dejan hacer otras. El miedo es una respuesta natural en muchos casos y aparece cuando hacemos cosas nuevas y su mensaje es prestar más atención de lo normal, estar más consciente a la hora de actuar.  El miedo no es negativo, viene de nuestro cerebro reptiliano donde nos alerta del peligro con la misión de sobrevivir, nos hace estar alerta, nos indica que salimos de la zona de confort, nos dice que debemos estar más atentos. Nuestra misión es liberar el mensaje, agradecer y seguir adelante, puesto que seguramente vamos a crecer. 

Aunque cada tanto es importante preguntarnos a nosotros mismos si estos miedos me están preservando de meterme en problemas o me están alejando de donde realmente debería estar.

El factor determinante deberían ser nuestros objetivos y anhelos por lo que tendríamos que poder gestionar nuestros miedos y así poder perseguir nuestras pasiones y crear nuestro destino. 

Cuando decides encarar una situación que te induzca a sentir miedo, automáticamente estarás creciendo, tu autoestima y confianza también lo harán y te volverás más valiente. 

Finalmente, es tu elección. Puedes vivir impulsado por tus miedos o encararlos, todo depende de cuánto quieras algo, de cómo quieras vivir tu vida. ¿Quieres siempre tener miedo de dar el próximo paso o quieres crear con valentía una vida llena de oportunidades?

Fuente: Artículos de Jim Rohn, Bob Proctor y Jim Stovall

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